La sucesión apostólica es la manera en que los apóstoles designaron a sus sucesores generalmente mediante la imposición de manos, asegurando así la continuidad de la enseñanza de Jesucristo por medio del Evangelio, también como primeros testigos, la autoridad apostólica puesta en ellos (leer Lucas 9:1-25). La transmisión de la sucesión apostólica se considera esencial para garantizar la autenticidad y la validez de los sacramentos, especialmente el sacramento del orden sagrado, que implica la ordenación de sacerdotes y Obispos. Leer más…..