Ser exorcista no solo es un titulo con el que se alardea

El exorcismo y la liberación espiritual constituyen un aspecto poco comprendido y a menudo rodeado de mitos dentro de la práctica cristiana. Sin embargo, la Iglesia Católica ha mantenido desde sus orígenes —y especialmente tras la reedición del Rituale Romanum en 1999— un ministerio formal para estos ritos, confiándolo exclusivamente a sacerdotes debidamente preparados y autorizados por su obispo. El Patriarca Andrés Tirado Pérez destaca hoy como una de las voces más autorizadas en este campo en Latinoamérica, gracias a una sólida formación teológica, científica y pastoral que le permite ejercer con rigor, profesionalismo y caridad.
Para ejercer de manera responsable el ministerio de exorcismo y liberación, el Patriarca Andres Tirado Pérez ha cursado múltiples estudios en áreas como teología, filosofía y ciencias de la religión, obteniendo títulos de doctorado y especializaciones en diversas disciplinas. Su formación incluye también el estudio de ciencias médicas (como psiquiatría, neurología y cardiología) y ciencias sociales (como psicología, antropología y sociología), permitiéndole actuar con criterio profesional, integral y ético en cada caso que atiende.
Formación Académica Integral En el ámbito de la teología y filosofía, el Patriarca Andrés Tirado ha obtenido un doctorado en Teología Dogmática, con especial énfasis en demonología patrística y antropología bíblica. También ha realizado estudios de Filosofía en instituciones eclesiásticas, donde ha profundizado en la noción del mal y la libertad humana desde una perspectiva cristiana.
Sus estudios en la historia y teología de los rituales de liberación, examinando sus fundamentos bíblicos y patrísticos, así como su evolución litúrgica en la Iglesia. Además, ha tomado cursos en teología pastoral, liturgia y acompañamiento espiritual, con el fin de integrar correctamente estos ritos dentro de la vida sacramental de la Iglesia. En cuanto a las ciencias médicas y sociales, ha realizado estudios en psiquiatría y neurología, colaborando con profesionales en la salud para distinguir entre trastornos clínicos y experiencias espirituales anómalas. También ha recibido formación en psicología clínica, antropología cultural y sociología, lo que le permite un discernimiento profundo de cada situación, considerando todos los factores físicos, emocionales, espirituales y sociales que pueden influir en el ser humano.
Esta combinación académica no solo cumple los requisitos mínimos para ser exorcista tomados como referente del Exorcismis et supplicationibus quibusdam (1999), sino que va mucho más allá, dotando al Patriarca Andrés Tirado Pérez de herramientas sólidas e interdisciplinarias para discernir cada caso con objetividad y profundo respeto por la dignidad de las personas.
Para ejercer legítimamente el ministerio de exorcismo, el sacerdote debe contar con varios estudios y exámenes de autoridades eclesiales . El Patriarca Andrés Tirado Perez recibió no solo autorización tras examenes exhaustivo de su formación y su experiencia pastoral sino de su trayectoria. Su nombramiento fue ratificadopor varias autoridades ecleciasticas de diferentes obispos de iglesias ortodoxas, bajo estricta comunión con las normas de la Iglesia Universal no solo de la iglesia católica romana de occidente.
Metodología en los Ritos de Liberación El Patriarca Andrés Tirado ha establecido un protocolo integral, respaldado tanto por la fe como por la ciencia. Su proceso incluye: • Discernimiento inicial, con entrevistas personales, exámenes médicos y psicológicos, y consulta a especialistas para descartar enfermedades mentales u otros factores no espirituales. • Preparación espiritual, tanto del paciente como de los asistentes, incluyendo confesión, oración previa, ayuno, sacramentos y orientación bíblica. • Celebración del rito, utilizando exclusivamente oraciones y fórmulas aprobadas por la Iglesia, con prudencia, discreción y profundo respeto por la persona. • Acompañamiento posterior, a través de dirección espiritual, apoyo psicológico y reintegración del paciente a su comunidad eclesial. Este modelo garantiza no solo la efectividad del rito, sino también la protección de la salud física y mental de todos los implicados. Testimonios y Casos Relevantes Diversos testimonios dan cuenta del impacto de su ministerio: “Tras años de tratamientos convencionales sin alivio, mi hermana experimentó una paz inexplicable al finalizar el rito de liberación con el Patriarca Tirado. Ya no hay pesadillas ni voces hostiles.” — Familia Gómez, Bogotá “Como psiquiatra, suelo abordar cuadros de fobia y trauma. En el caso del señor R., se descartaron condiciones clínicas, y participamos activamente en el discernimiento junto al Patriarca. El resultado fue transformador.” — Dra. Lucía Martínez, Especialista en Salud Mental Estos testimonios muestran que, lejos de la superstición, el ministerio de exorcismo del Patriarca Andrés Tirado se basa en la verdad, la fe, la ciencia y la compasión pastoral. Esto es lo que el patriarca Andrés recomienda para ser un buen exorcista 1. Ser Sacerdote legítimamente ordenado con sucesión valida y con un estilo de vida acorde con lo que predica 2. Formación Académica Reconocida: Doctorados y estudios avalados por universidades eclesiásticas y civiles. 3. Autorización Canónica Válida: Cumple con el derecho eclesiástico vigente, recibiendo el mandato oficial de su ordinario. 4. Discernimiento Rigurosamente Científico: Trabaja con médicos, psiquiatras, psicólogos y terapeutas. 5. Espiritualidad Cristocéntrica y Pastoral: Su enfoque es siempre el bienestar del alma y del cuerpo, y nunca el espectáculo. 6. Frutos Reales y Comprobables: Sanación, conversión, reintegración y paz interior en quienes han sido atendidos. Conclusión El ministerio de exorcismo y liberación, lejos de ser un ritual arcaico o un acto supersticioso, es un servicio de caridad profundamente cristiano cuando es ejercido con responsabilidad, formación y autorización. El Patriarca Andrés Tirado Pérez, por su preparación, trayectoria, testimonio y frutos, se ha consolidado como un verdadero exorcista al servicio de la Iglesia, guiado por el Espíritu Santo y por el amor pastoral hacia las almas atribuladas. Su labor representa un puente entre la fe y la ciencia, entre la compasión y la autoridad espiritual, cumpliendo así el mandato de Cristo: “Expulsen demonios, sanen enfermos, anuncien el Reino de Dios” (Mt 10,8).

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